Francisco lavó pies de discapacitados en misa

EL VATICANO. El Papa Francisco cumplió ayer Jueves Santo con el ritual del lavado de pies a 12 discapacitados, entre ellos un libio musulmán, en ceremonia celebrada en iglesia de barrio periférico de Roma.

El Sumo Pontífice, que tuvo muchas dificultades para arrodillarse y levantarse del cojín blanco en el que se apoyaba, vertió agua, secó y luego besó los pies de cada uno de los escogidos.

Francisco, que en ocasiones parecía agotado, fue ayudado siempre por dos asistentes, entre ellos el encargado de las ceremonias, monseñor Guido Marini.

“La herencia que Jesús nos dejó es la de ser servidores, unos a los otros”, dijo al iniciar la ceremonia.

“Lavar los pies es un gesto simbólico porque eran los esclavos, los siervos, los encargados de lavar los pies a los invitados, porque en esa época las carreteras eran de tierra y era necesario lavarse los pies”, explicó.

HABLO DE FIDELIDAD

Jorge Bergoglio también pidió a los sacerdotes brindar una renovada fidelidad a su “única esposa”: la Iglesia.

“Los hijos espirituales que el Señor le da, los que bautizó, las familias que bendijo, los enfermos… son esa ‘esposa’ a la que le alegra tratar como predilecta y serle fiel”, manifestó.