Filipinos se crucificaron de verdad por Viernes Santo

Manila. Creyentes en el norte de Filipinas se clavaron de verdad en cruces de madera al emular la crucifixión de Jesucristo, ante la mirada de miles de espectadores locales y extranjeros que presenciaron este rito sangriento anual, con motivo del Viernes Santo en el principal país católico romano de Asia.

Otras decenas de personas recorrieron las calles con la espalda cubierta de sangre tras haber sido azotadas. En San Pedro Cutud, en la localidad de San Fernando, unos 70 kilómetros al norte de Manila, fieles y curiosos invadieron la calle que lleva hasta el lugar de la crucifixión para observar cómo los penitentes, con una corona en la cabeza, un pañuelo para ocultar su rostro y el torso desnudo, se flagelaban una y otra vez.

Entre empujones, el público trataba de prestar cualquier asistencia necesaria a los familiares de los devotos, que seguían la procesión con la cara cubierta de las gotas de  sangre que brotaba de una larga cuerda de la que cuelgan 24 trozos de bambú.

Tras las sangrientas flagelaciones de San Pedro Cutud, llegaron a la localidad las esperadas crucifixiones de los diez devotos, entre ellos, el cineasta danés Lasse Spang  Olsen.

El espectáculo, en el que se intenta reflejar fielmente el relato de la Biblia, comenzó bajo un sol de justicia, con la representación del arresto de Jesús, que luego debe cargar la gran cruz de madera para ser crucificado.