Jicamarca: más de 30 heridos y municipalidad destruida

Edgar Gamboa H.

Más de 30 personas heridas y una municipalidad reducida a escombros, dejó una batalla campal entre pobladores y serenos del distrito de San Antonio de Chacclla y del Anexo 8 de Jicamarca, con los que viven en constante conflicto por su delimitación territorial. 

La descomunal gresca se inició pasadas las 9:00 am de ayer, cuando autoridades de Lurigancho-Chosica inauguraban el comedor popular Piquicha de Jicamarca, a solo unos metros del palacio municipal de San Antonio, perteneciente a la provincia limeña de Huarochirí. 

“Para realizar su actividad, los de Lurigancho-Chosica trajeron a decenas de serenos y armaron un cerco humano que nos impedía transitar libremente. Eso caldeó los ánimos de la gente”, comentaron los moradores de San Antonio.

VIOLENCIA Y SAQUEOS

Según testigos, el lanzamiento de una botella habría iniciado la violencia que rápidamente se apoderó del gentío. Cientos de revoltosos comenzaron entonces a arrojar piedras, palos y todo tipo de objetos contundentes. 

“La tensión se inició desde que trajeron a sus serenos. Pero todo estalló cuando lanzaron cosas. Estábamos trabajando normalmente en la municipalidad cuando nos atacaron”, denunció la alcaldesa de San Antonio de Chacclla, Eveling Feliciano.  

La burgomaestre aseguró que serenos de Lurigancho -Chosica y matones contratados, no solo destruyeron las instalaciones del municipio, sino que saquearon cuanto pudieron. “Robaron los repuestos de camiones cisterna abastecedoras de agua potable y destrozaron una ambulancia”, agregó.

NEGÓ ATAQUE A MUNICIPIO

“Es mentira que hayamos ordenado atacar la municipalidad, como aseguró la alcaldesa. Nosotros solo dispusimos un cordón de seguridad para cuidar el comedor inaugurado”, aseguró Luis Bueno Quino, alcalde de Lurigancho-Chosica.