Gastón Acurio es asaltado tras entrevista a “Cebichero ninja”

Únete al canal de Whatsapp de El Popular
Dijo que nadie vio ni oyó cuando le robaban sus pertenencias.
Dijo que nadie vio ni oyó cuando le robaban sus pertenencias.

 Quiso darle una agradable sorpresa al ahora famoso “Ninja de los Limones” o “Cebichero Ninja”, a quien invitó a Lima para regalarle una carreta cebichera pero al final el sorprendido fue él.

El reconocido chef internacional Gastón Acurio se convirtió ayer en una nueva víctima de la inseguridad ciudadana que asola el país.

Osados delincuentes desmantelaron en minutos su moderna camioneta mientras conversaba con Julio César Távara Siancas, quien  saltó a la fama por cortar limones velozmente.

ROMPIERON LUNAS

Mientras le cumplía el sueño al joven de 25 años, los ladrones rompieron el vidrio del vehículo sin hacer el más mínimo ruido y sustrajeron todo lo que encontraron.

Aparentemente, neutralizaron primero la alarma de la unidad  y cogieron teléfonos celulares y su billetera con sus tarjetas.

“Al final solo atinamos a seguir lo rutinario. Bloquear teléfonos, claves y demás y seguir para adelante”, relató en su cuenta social.

LE CUMPLIÓ SUEÑO

Acurio había pactado una cita con el “Ninja de los Limones”, quien en su natal Sullana, Piura, había manifestado que su sueño era conocer al famoso chef.

“Conversando con nuestro equipo, leímos que había declarado que su sueño era dejar de cortar limones para convertirse en cebichero de carretilla propia”. 

LA CARRETILLA PROPIA

 “¿Cómo ayudar a Julio pensábamos? No se dijo más. Fuimos volando a buscar una carretilla, pero la mejor de todas. Una hermosa. Una joya en acero inoxidable, con vidrio curvo templado, con rueditas, con utensilios, vajilla, menaje, capital de trabajo, transporte para su Sullana, todo para que empiece como Ronald lo hizo y de ahí todo estaría en su cancha, su talento, su esfuerzo”, escribió.

A ESCASOS METROS

Gastón narró que el atraco ocurrió a plena luz del día, a sus espaldas y a solo cinco metros de donde se hallaba.

“Cuando nos dimos cuenta ya no había nadie y nadie había visto nada. Solo quedaban los rastros del robo, vidrios rotos y silencio. El corto y agudo silencio de la impotencia, de lo inexplicable, de la impunidad, del sinsabor”, manifestó el chef. No le dijo nada a Julio para no perturbar su tranquilidad.

SOBRE EL AUTOR:

Revisa todas las noticias escritas por el staff de redactores de El Popular.

Cargando MgId...