Trujillo: Asesinan a taxista de ocho balazos

La ola de asesinatos sigue tiñendo las calles y avenidas de Trujillo. Esta vez un feroz y salvaje crimen tuvo lugar a las 10:30 de la mañana en el convulsionado distrito de El Porvenir.

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El occiso responde al nombre de Hugo Casselli Marines Avendaño (42), quien fue acribillado de 8 balazos en diversas partes del cuerpo. El infortunado hombre se desempeñaba como taxista para llevar el sustento a su hogar. Su herramienta de trabajo era una unidad nueva de placa T2G-238 color plomo que fue abandonada por los malhechores.

El hecho de sangre ocurrió en la calle José Crespo y Castillo en el distrito zapatero. Era la tercera carrera que hacía la víctima. Los asesinos le tomaron el servicio en la avenida 9 de Octubre con destino a El Porvenir. El hombre del volante los hizo subir a su vehículo sin sospechar que la muerte estaba con él

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Hugo Marines se cruzó a la altura del cementerio “Jardines de la Paz” con otro taxi conducido por un colega, a quien le manifestó que estaba llevando a los pasajeros al distrito mencionado. Justamente, con la radio de su base tuvo una última comunicación momentos antes de las 10:30. A partir de esa hora, se perdió el contacto.

Los criminales, al parecer dos individuos jóvenes, esperaron hasta llegar a la intersección de la cuadra 9 de Crespo y Castillo con el pasaje Horacio Patiño. Ahí, sin ningún remordimiento, lo acribillaron 8 veces en la cabeza, cuello y espalda. Su muerte fue instantánea. Cometida su horrenda acción, los homicidas huyeron a pie por el pasaje Patiño perdiéndose por la zona. La Policía realizó un operativo pero sin resultados positivos.

Debido a que se ensañaron con el taxista y no le robaron nada, pues se halló su celular y dinero de las carreras que había hecho, se baraja la hipótesis de una venganza o un presunto ajuste de cuentas. Marines Avendaño, deja viuda, tres hijos mayores y una bebé recién nacida. Además, su hermano también es taxista.

Precisamente, al lugar llegaron los parientes, quienes protagonizaron dramáticas escenas de dolor. Traspasaron el cordón policial para ver a su ser querido, lo que motivó la inmediata intervención de los efectivos advirtiéndoles que no podían contaminar la escena del crimen.