Víctor Hugo Rivera: “Validé un gol y hubo terremoto”

Por: Iván Contreras / Fotos: Manuel Berrios

AREQUIPA .Hace dos años se retiró del referato nacional para abrirse camino en otra cancha: la política En el 2012, a los 45 años de edad, Víctor Hugo Rivera Chávez le dijo  adiós al pito y a las tarjetas, a esas tardes de domingo que se habían convertido en cotidianas, transitando por todos los estadios del Perú y de Sudamérica.

“Hombre de retos” se autocalifica. “Todo nació por mi inquietud de saber qué es ser árbitro y por qué era tan polémico serlo. Poco a poco fui experimentando y me comenzó a cautivar. Eso fue en 1990”, cuenta. A esas alturas estudiaba Ingeniería Electrónica en la UNSA. Ahora es un consumado profesional catedrático tanto en dicha casa de estudios  como en la Católica Santa María.

Además, es decano del Colegio de Ingenieros del Perú (filial Arequipa) y profesor de la escuela de entrenadores de fútbol de la San Agustín. A lo largo de su carrera ha  coleccionado nada menos que 150 camisetas, entre ellas del crack argentino, Lionel Messi, cuando jugaba en su selección.

Dos escenas lo marcaron mucho: La primera, cuando anuló un gol al observar la escena en televisión. Y la segunda, cuando dirigía un partido en Arequipa y se produce el terremoto. En esos instantes hay un gol y lo valida ante la protesta de todos.

—¿Es verdad que tiene una larga colección de camisetas que le regalaron algunos consagrados jugadores?.—Tengo 150 camisetas que me han regalado y que tienen un significado especial. Tengo camisetas de Lionel Messi y Lucio. El mismo Ysrael Zúñiga me dio una cuando estaba en Cristal, entre otros. Ah! tengo todas las camisetas desde que empecé a arbitrar. Son recuerdos y cada uno tiene su historia.

—El referato le deparó cosas buenas, pero también malas, como esa vez que anuló un gol con ayuda de la televisión.-Tuve eliminatorias, Copa América, estuve en el debut de Diego Maradona como técnico de su selección. Pero este incidente me marcó. Fue el cotejo Cristal ante Vallejo el 2004

—Una decisión que traspasó nuestras fronteras.-—Quise implantar justicia, pero la Fifa no permite consultar decisiones a las cámaras de televisión

—Quizá el partido más anecdótico que dirigió fue en el 2001, entre Atlético  niversidad y Sportivo Huracán por Copa Perú, esa tarde del terremoto...—Lo recuerdo, fue un encuentro en la UNSA (23 de junio). A los pocos minutos de haberse iniciado el compromiso un disparo de Marco Sánchez al arco que defendía Luis  Zanabria abre el marcador y casualmente se inicia un terremoto. Todo fue lamento y desesperación.

- ¿Y validó el gol?—Lo validé porque el disparo fue instantes antes de que se inicie el terremoto, eso consigné en mí informe.

- ¿Qué le quitó el arbitraje?—Reconozco que por el arbitraje perdí muchos domingos de la compañía de mi familia, y sé que esos momentos no volverán, pero son sacrificios que uno debe hacer. Sin embargo, ahí estuvieron mi esposa Lucy y mis hijas Daniela y Angela para apoyarme siempre.

SE LANZA A ALCALD íA- ¿Cuándo decidió que su carrera pasaría de los campos de fútbol a los campos políticos?—Fue en el 2010. Me llamó un amigo para invitarme a que postule a la municipalidad provincial. La decisión se tomó en dos meses. En esas elecciones quedamos terceros. Megustó, y es por eso que decidí volver a postular. Desde hace ya algunos meses venimos preparando esta campaña que esperamos tenga buen final.

-Una cosa es impartir justicia en una cancha de fútbol entre dos equipos, y otra es hacerlo a toda una ciudad con sus diversos problemas...—Del arbitraje extraigo el deseo de impartir justicia, ser disciplinado, ordenado, eso me sirvió para ser juez Fifa por más de diez años. Además, me dio la posibilidad de conocerotras realidades y otros pensamientos. Si a eso sumamos mi formación académica como profesional en ingeniería, como profesor, entonces eso demuestra que se ha  elaborado un proyecto serio para la ciudad.

-Ingresa de lleno a un campo complicado…—Lo sé. Como árbitro nunca uno puede satisfacer a todos y en ese sentido se ha sobresalido. Nos hemos ganado credibilidad dentro de ese grupo de personas que son los  arbitros que “pueden ser mal vistas”.