¿Existe "la camita" en el fútbol?

Ramiro Velazco B.

Como se dice, la verdad siempre sale a la luz tarde o temprano. Hace algunas semanas, Carlos Lobatón, con cara de pocos amigos, pidió la palabra en La Florida y dijo que él y sus compañeros de Cristal, nunca más hablarán con la prensa en caso no se desmienta que ellos le estaban haciendo la “camita” al técnico Daniel Ahmed. 

El “Ciego” Oblitas, en la pantalla del programa de TV en el que trabaja, presuroso salió en defensa de Lobatón y compañía. Negó que exista la “camita” en el fútbol. En otras palabras, intentó tapar el sol con un dedo, pretendió decir que nadie se confabula contra determinado técnico para sacarlo del cargo. 

LIBRO DE CABECERA

Y no solo eso. Dijo que lo que escribió Jorge Sampaoli de lo que fue víctima en Cristal el 2007, año en que dirigió ese equipo, un poco más es un invento o una pesadilla que pasó una de esas noches.

“Me faltó apoyo de los dirigentes. Yo pedí sacar a algunos jugadores que contagiaban con su desánimo a los demás, pero los directivos no lo hicieron. A los pocos meses me tuve que ir de Cristal”, publicó el hoy DT de Chile en su libro Jorge Sampaoli: nada es imposible. El camino de un luchador. 

Igual, Oblitas hizo como si no estuviera enterado, él todavía que se jacta de ser un lector empedernido.

También aparecieron otros, menos notorios pero igual de “ciegos”, con  voces con similar interés en “negar” la realidad.

“¿Camita?”, preguntaban agrandando los ojos y alargando la última a de la palabra en un intento torpe de descalificar a Sampaoli y con él a la prensa, que había osado en destapar la olla de grillos que es por estos días Cristal.

RELOJ DESPERTADOR    

El tema parecía haber pasado a formar parte del sueño de los justos. En el último cajón de la cómoda, como para que nadie se atreva a sacarlo a la luz otra vez. 

Sin embargo, ante el miedo siempre aparece uno que pone el pecho. 

Tal vez el pecado de Valencia fue no decirlo en su momento, pero vale que lo traiga a la mesa de noche para discutirlo.

El hoy DT de León de Huánuco, se dejó escuchar, ayer, en una radio local y lo que dijo seguro le habrá quitado el sueño a muchos.

Le preguntaron si existe la “camita” en el fútbol y “Bam Bam” respondió con un “sí” firme. 

“Suele suceder y cuando pasa eso se llega a los mismos hábitos de siempre, en los que a muchos no les gusta trabajar. De las 24 horas del día, los futbolistas solo trabajan dos horas. Acá pasa por el nivel de conciencia de cada uno, pues si quieren ser mejores jugadores y buenas personas, tienen que esforzarse”, se explayó.  

UNA PESADILLA

“Mi forma de ser y mi exigencia me llevó a que los jugadores se pongan en mi contra. Jamás pensé encontrar gente así, cuando lo único que quise fue buscar lo mejor para ellos y para el equipo, no para mí”, agregó recordando cómo tuvo que renunciar a Alianza Lima el año pasado.      

Es decir, fue víctima de una “camita” y bien tendida todavía.  

Justo ahora que acaba de fallecer el gran Gabriel García Máquez, es preciso recordar una de sus más ocurrentes frases, cuando dijo que “ningún lugar en la vida es más triste que una cama vacía”. 

De hecho, no lo dijo por el fútbol ni por alguno de sus amigos que conoció como hincha del Junior de Barranquilla o de la selección de Colombia.  

Pero bien se puede adaptar al tema de este escrito. Para ningún entrenador de fútbol en este caso, cómo no va a ser triste encontrar una “cama” y, para colmo,  para él solo, sucia y oliendo a “muerto”. 

Lobatón, Oblitas y todos los que levantaron la bandera de los “ofendidos” y negaron una (mala) costumbre de nuestro fútbol y otras geografías, deberían aprender de Valencia y Sampaoli, que,  cada uno a su modo, dijo lo que es una verdad del tamaño del Estadio Nacional. 

“Camita” en el fútbol existe. Y punto. Si hablaran otros entrenadores que la sufrieron, muchos libros se podrían escribir sobre el tema, como para entretenerse antes de coger el sueño.