Barcelona: Luis Suárez fue la figura con dos golazos

París. Luis Suárez es un obrero del fútbol. Alguien que vivirá agradecido al destino, que acostumbra a ser tuerto, le guiñará un ojo en París. Dos goles paridos en su corazón, lanzados con rabia, pero dibujados con arte con dos huachas terribles a David Luiz lo ameritan.Dos tantos que, unido al inaugural de Neymar y pese al último de Van der Wiel tras rebotar en Mathieu, despejan la clasificación para cuartos de final de la Champions del Barcelona (3-1) ante el desconocido PSG.EL COMIENZOSin ser un equipo que tiene el control del balón –como solía ocurrir en la era Guardiola–, este Barcelona se apoya en la presión y en las ráfagas de sus individualidades, que sin duda marcan la diferencia.Un rato de inspiración en el primer tiempo de Messi y Neymar le alcanzó al conjunto culé para ponerse en ventaja.A los 14’, el crack argentino metió una huacha de taco a Marquinhos, pegó un zurdazo en el palo y a los 18’ le sirvió la asistencia al brasileño, que definió bárbaro para el 1-0.El PSG solo funcionó por ratos. Si bien Pastore intentó convertirse en conductor, le faltaron socios para poder desequilibrar. Cavani y Lavezzi estuvieron desconectados.Además, se notaron las ausencias de Ibrahimovic, Marco Verratti y Thiago Motta. Para colmo, en ese primer tiempo salió lesionado Thiago Silva, su capitán, y entró David Luiz, que es titular pero fue al banco porque no se encontraba físicamente bien.EL SHOW DE SUÁREZYa en los segundos 45 minutos, se vio a los franceses más decididos en busca del empate, pero carecieron de volumen de juego como para generar jugadas de riesgo para Ter-Stegen.Y ahí, cuando el Barza gozó de mayores espacios, apareció Luis Suárez en todo su esplendor. El delantero uruguayo inventó dos golazos para estirar la diferencia.En el 2-0 le metió una huacha a David Luiz, ingresando en el área y definió con un derechazo que Sirigu no pudo contener (22’).En el 3-0, de contra, también metió otra huacha al defensor brasileño, dejándolo en ridículo, y le pegó un derechazo tremendo para clavarla lejos del arquero (34’).El descuento, un gol en contra de Mathieu que descolocó al arquero, no sirvió demasiado. Barcelona respira tranquilo para la vuelta.