Alberto Rodríguez: “Vamos a jugar de igual a igual con todos”

Habla claro. Alberto Rodríguez dio detalles de lo que sintió en el proceso de las Eliminatorias que culminó con la clasificación de la selección peruana al Mundial de Rusia 2018.

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“Hoy en día he visto el profesionalismo de cada uno de los seleccionados”, asevera reconociendo el esfuerzo de cada uno de los pupilos de Ricardo Gareca.

—¿Está claro que Perú siempre pudo competir?

−Sí. Yo estuve en otros procesos y teníamos argumentos y jugadores de renombre, pero que en el campo no se veía la solidaridad que se ve hoy.

—¿Qué crees que ocurrió?

−En esta selección no hay grupos. Soy el mayor, junto a Paolo Guerrero y Jefferson Farfán, y nos sentamos en la misma mesa con los jóvenes. Hacemos bromas, sin ofender. Nos llevamos bien.

DISCIPLINA ANTE TODO

—¿Desde cuándo supiste que Perú podía dar pelea?

−Desde el partido contra Uruguay en el Centenario. Ese día perdimos, pero metimos a Uruguay en su campo y nos convencimos de nuestro talento, solo faltaba ordenar el trabajo y la disciplina.

—¿La disciplina fue fundamental en una selección?

−Sí. Hoy se ha visto profesionalismo en cada uno de los seleccionados. Acá no hace falta que yo impulse la disciplina, nace de todos.

—Ahora Perú es una selección que compite realmente.

−Sí. Es algo normal en nosotros. Nos sentimos con confianza. Podemos ganar, perder o empatar, pero siempre competimos.

—¿Así jugarán en el mundial?

−Vamos a jugar de igual a igual con todos. Estamos convencidos, y sobre todo los jóvenes, que podemos lograr muchas cosas.

—¿Ya no eres mudo?

−Yo soy hablador, pero de joven me corría de la prensa. Cuando llegué a Cristal había gente de peso: Flavio Maestri, Percy Olivares, y no los conocía, hasta que uno me dijo: “Oe, tú eres mudo”, y desde ahí quedó la chapa. 

VALE LA PENA

—¿Es cierto que te vas a retirar después del mundial?

−No. No pienso en eso.

—Un mensaje a los niños...

−Que no tomen el fútbol como un escape a los problemas que hay en el hogar. He visto jóvenes con talento que lo primero que querían era el carro por vanidad. No está mal, pero lo primero es preocuparse por la familia, dormir bien, comer bien.

—¿Les ayudaron las concentraciones largas?

−Sí. Quedarnos concentrados nos ayudó a enfocarnos en el objetivo. Los profesores nos decían que descansemos en el hotel, aunque todos queríamos estar con la familia por horas, pero hoy nos damos cuenta de que esos pequeños detalles valieron la pena.