Peruanos en Rusia lloraron de pena y de orgullo

Gustavo Peralta

EKATERIMBURGO. Goleamos en las tribunas. La marea rojiblanca llegó a esta ciudad por miles, como sucedió en Saransk, y “jugó” y “ganó por goleada” su partido ante los franceses, que se vieron sorprendidos por los más de 20 mil peruanos que no dejaron de alentar a la selección peruana los 90 minutos.

La mayoría de compatriotas lo hicieron en un viaje en tren de 25 horas desde Moscú, soportando el frío, el calor y la lluvia para alentar a la selección. 

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Hubo otros que vinieron sin boletos, con la ilusión de ver en vivo a la selección, como el hincha israelita, a quien el presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) le prometió un boleto, pero nunca cumplió su promesa. El fiel hincha de la bicolor no le quedó otra que ver y sufrir el encuentro en el Fan Fest.

Hasta los rusos en Ekaterimburgo decidieron alentar a la 'Bicolor', lo cual se observó en las cercanías del estadio donde los lugareños compraban a 2 mil rublos (31 dólares) las camisetas de nuestra selección para lucirlas en las graderías.

Media hora antes del inicio del partido se escuchó en los altoparlantes del estadio nuestro segundo himno nacional, el Contigo Perú, lo que fue interpretado a todo pulmón por nuestros compatriotas.

Y en el partido el aliento fue incondicional de principio a fin. Ni el gol de Mbappé minó la moral de la hinchada rojiblanca que no cesó de cantar Cómo no te voy a querer, país bendito que me vio nacer...;  y así hasta que se acabó el tiempo. 

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Al final del encuentro, mientras algunos jugadores lloraban en la cancha, el cántico de los hinchas no cesó, dando un ejemplo de lealtad en los difíciles momentos. Claro está que muchos también soltaron lágrimas, de pena y de orgulllo. Como se dice, la hinchada siempre está, en las buenas y en las malas. Tiene a la selección metida en el corazón y siente que le pudo ir mejor. Y así, va a volver a creer y a ilusionarse otra vez.