“Muchos casados me engañaron”

Salvada del infierno  de las drogas,  Eva María Abad tiene una lucha diaria para no volver a recaer  en la perdición.  Sin embargo, la ansiedad  le  abre tanto el apetito que come con voracidad en su nueva casa en Comas.

Ahora pesa casi 70 kilos cuando debería de pesar 60 como en sus mejores épocas.  “Estoy comiendo demasiado. No sé si es por la ansiedad pero sé que debo bajar de peso”, cuenta Eva.  

Aunque sus doctores le recomendaron no tener pareja durante un año mientras esté proclive a recaídas, Eva se iba a reencontrar con su expareja el empresario cirquero Óscar Coronel para recibir el 2012. “Óscar me invitó a su circo en Tarapoto,  lo veré luego de cuatro años. Él estuvo casado, es una buena persona pues me llamó para saludarme”, contó Eva que recibió el Año Nuevo en esa ciudad.

 —¿Es posible que surja un remember con Óscar?Cuando lo vea no sentiré nada pues es solo un amigo.

—A lo largo de 10 años, ¿cuántos  hombres quisieron casarse contigo?Muchos. No acepté porque  descubría que eran casados. Y también los rechacé porque no me sentía enamorada. Sin embargo, nunca me tocó un novio gay.

—¿Te imaginas formar una familia más adelante?Ahorita no me preocupo en eso. Me recomendaron que durante un año no tenga pareja pues debo elevar mi autoestima.  Pero sí pienso en tener hijos y casarme.

—¿Cómo debe ser el hombre que quiera ser tu esposo? Debe ayudarme con mi enfermedad y ser recontra paciente conmigo.  

—¿Estuviste cerca de decirle sí me caso a un novio?Sí, pero realmente no me sentía enamorada.

 —¿Qué es lo más difícil de estos seis meses en casa, luego de tu última recaída?Es una lucha diaria,un proceso para toda la vida. Lo más difícil ya lo pasé al aceptar que necesitaba ayuda.

—¿Qué haces cuando te encuentras con amigos del pasado? No voy a discotecas, solo a reuniones familiares y no tomo licor.  Hace poco fui a hacer un show en el Kilate como animadora acompañada por mi mamá.

—¿No te dan ganas de quedarte?¡Nooo...! Con todo lo que me ha pasado ya no.  Tuve una recaída fuerte el 2011, cometí el error de  no terminar mi rehabilitación. Me consideré autosuficiente y soberbia.

—¿Cuando estás sola te desesperas ?No, porque lo lleno con otras cosas, con la familia salgo de día y ya no de noche. —¿Volverías a bailar? Sí, pero todo tiene su edad. Ahora lo haría de manera más reservada, ya no me mostraría como lo hice antes.