Monica Cabrejos: Cuidado con San Valentín

En San Valentín nuestra libido sube, la pasión nos sobrepasa y perdemos la conciencia.

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nicandynilady@gmail.com
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En San Valentín nuestra libido sube, la pasión nos sobrepasa y perdemos la conciencia.Vivir frenéticamente este día puede ser el escenario perfecto para cosas insospechadas.

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Basta un instante de desconcentración para que el ímpetu de la fogosidad se convierta en desenfreno y nos lleve a terrenos insospechados donde acechan el ridículo, la vergüenza y la jocosidad. Los accidentes sexuales más comunes e inevitables pueden terminar abruptamente con cualquier celebración. 

SONIDOS EXTRAÑOS 

Hacer el amor requiere de precisión, técnica y experiencia. Los meneos deben ser coordinados pero a veces el calor del momento nos obliga a acelerar, a poner más empeño para lograr nuestros objetivos en común y justamente cuando estamos mimetizados en busca del clímax repentinamente un sonido extraño, inoportuno, vergonzoso irrumpe en la ardiente escena del amor.

Puede ser la posición, la fuerza o una mala digestión la que ponga paños fríos al momento.  Una inoportuna ventisca audible congela el momento; luego no sabes si hablar o ignorar. Es parte de nuestra humanidad y hay que tener la frescura para continuar con la tarea. 

PRECAUCIÓN CON LA CAMA

Cuando te estás esforzando al máximo por lograr ese instante de gloria corporal un golpe delata el sobresfuerzo. La cama sucumbe a la acción extrema y se rompe. Luego del sacudón solo hay dos caminos: seguir o detenerte.  Tan cerca al orgasmo la mejor opción es retomar la acción, llegar al clímax y después preocuparte por el desastre. 

LESIONES COMUNES Y NO TAN COMUNES

Usamos nuestro cuerpo para dar y recibir placer, le exigimos alta e intensa actividad, posiciones sexuales atléticas de alto riesgo. Las consecuencias son tirones, contracturas musculares y dolores intensos en espalda, cuello y hombros. También raspones de rodillas, codos; estirones, esguinces y los inoportunos calambres en múslos y pantorrillas. 

También podría darse una fractura del miembro viril, cuando a este se le aplica exceso de fuerza durante un mal movimiento. Generalmente es responsabilidad de nosotras por realizar movimientos bruscos de forma constante. 

Ojo, también existe la lesión en los testículos, es poco frecuente pero no imposible, pues es una zona sumamente sensible, por lo que un fuerte golpe podría derivar en una lesión peligrosa como una torsión testicular, que impide el paso correcto de la sangre; y en el peor de los casos podría sufrir una ruptura testicular producto del golpe fuerte y constante contra el hueso del pubis.

En ambos casos será necesaria una pequeña cirugía.Lo que jamás debes permitir durante una sesión de amor, es ROMPER EL PRESERVATIVO.  

Feliz Día de San Calentín. 

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