Ni candy ni lady: consejos para mejorar la fijación oral

Caprichos de la vida…, es lo que los enloquece a ellos. Esta practica encabeza la lista de las prioridades sexuales masculinas. He aquí una guía teórica (para que ustedes la pongan en práctica) de lo que deben hacer antes, durante y después de dar un “examen oral”.

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Desterrar los mitos. Para disfrutar del sexo (oral o no) se necesita tener una predisposición a hacerlo. Si creemos que determinada práctica sexual es sucia, denigrante, negativa o inmoral no se va a gozar. A la hora del placer, los involucrados serán quienes establezcan sus límites en la cama. Desnuda tu mente de prejuicios y prepárate a disfrutar del momento.  

Asegura la zona. La higiene es básica –tanto genital como bucal–, pues nuestra boca es fuente de infecciones. Además, asegúrate de que “la zona” no tenga ninguna herida, yaga, verruga; si ves algo así, lo ideal es suspender la práctica. Recuerda que los herpes son muy dolorosos e incurables.

Entusiásmate. El peor error que puedes cometer es demostrar que no te gusta y que lo haces por obligación, pues eso se evidencia en la falta de presión, el ritmo o el mal uso de los dientes. Demuéstrale que lo disfrutas, gózalo, deléitate y haz de este acto un arte. Encárgate de hacerle saber que lo estás disfrutando a través de tus ojos, de los movimientos de tu cuerpo, tus manos y los gemidos.

Técnica. Cada hombre es diferente y no existe una fórmula infalible para llevarlos al paraíso oral; sin embargo, tampoco es una ecuación matemática. Hay que estar atentas a la respuesta, pues es el indicativo de que el ritmo, la presión y la fuerza son los correctos en el momento. Encárgate de que la “zona de trabajo” este húmeda, pues será más agradable y sensible para él, también puedes probar con una goma de mascar o un caramelo de menta para aumentar su sensibilidad.

Expande tus horizontes. Si usas tus manos y tu boca a la vez, abarcarás mayor territorio para el placer. Experimenta distintos movimientos hasta que encuentres uno que lo enloquece, y no olvides prestarles atención a sus dos “compañeros” inseparables.

Involucra todos los sentidos. No olvides establecer contacto visual, no dejes de oírlo ni de tocarlo, recuerda que ellos tienen otras zonas sensibles como el cuello, el pecho, la parte interna de los muslos y el perineo. Vuélvelo loco de placer porque a la medida que das recibes. El sexo oral es el favorito del menú sexual de ellos.