Los niños de sudor salado

Se encontraron escritos del siglo XV en los que se lee:  “Pobre del niño que al besar su frente tenga el sudor salado, está hechizado y pronto morirá”; y no estaban muy lejos de la verdad.

A mediados del siglo pasado se describió esta enfermedad llamada mucoviscidosis o conocida en la actualidad como Fibrosis quística, producida por mutaciones en el gen ubicado en el cromosoma 7.

Es heredada por uno o dos de los padres portadores de la mutación, por ello no es contagiosa, explica Lucrecia Monsante, Neumóloga Pediatra del Hospital Edgardo Rebagliati.

Este mal causa un desequilibrio del agua, cloro y sodio, en el cuerpo, en especial en la zona del páncreas, bronquios, y órganos reproductores.

CINCO VECES MÁS

Su principal característica es que el sudor del niño es cinco veces más salado de lo normal. 

Otra de sus características es la producción de secreciones espesas en los pulmones,  que obstruyen los bronquios y generan tos con flema amarillenta  muy difícil de eliminar. Además de predisposición a bacterias.

En el aparato digestivo, estas secreciones alteran sus funciones e impiden que el niño asimile grasas y proteínas, que terminan siendo todas eliminadas en las heces. Ello causa pérdida de peso en el menor y como consecuencia una desnutrición y la muerte.

Al ser una enfermedad genética, no hay modo de prevenirla. Sin embargo, su diagnóstico temprano permite mejorar la esperanza de vida. Los síntomas suelen presentarse en los primeros meses de vida.

Los más comunes son del bajo peso, tos frecuente y poca eliminación de heces. Por ello, suele confundirse con enfermedades comunes como el asma y la tuberculosis.