La herencia de la figura esbelta

Pilar Cuya G.En nuestro país y en el occidente se vive una cultura de la imagen, mostrando la delgadez como el ideal de belleza.Lamentablemente este concepto llevado al extremo puede ocasionar en jovencitas trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa y la bulimia.Pero más allá del factor externo como los medios, otro es el aspecto que potenciaría estas ideas, sería la herencia genética. Es decir, habría una predisposición genética que genere en las adolescentes estas ideas de belleza.Martín Nizama, médico psiquiatra de la Universidad Cayetano Heredia, comenta que los desórdenes alimentarios aparecen en la adolescencia por factores externos e internos.Entre los externos está la predisposición genética, es decir la jovencita presenta antecedentes familiares con problemas alimentarios ya sea para comer de forma excesiva, que es la bulimia, o comer de forma restrigida que, es la conocida anorexia.“A esto podemos agregar la presión cultural, como la TV, las revistas que dicen que la delgadez es sinónimo de belleza. Desde niñas se les impone el estereotipo de cómo ser una Barbie”, comenta Nizama.

Y por otro lado, está el factor interno; se da cuando la persona tiene una percepción distorsionada de su cuerpo.

RECOMENDACIONES PARA FAMILIA Y PACIENTES

El experto en adicciones de la Universidad Cayetano Heredia aconseja que las madres y padres no presionen a las jovencitas con la cuestión estética y menos generar un culto al cuerpo.“La familia debe inculcar y difundir en sus hijos que el ser humano debe ser feliz por sus valores y principios y no por la parte externa, ya que este en un futuro se deteriora y no es eterno”, recomienda Nizama.De otro lado, indica que toda la familia acuda a un psiquiatra, especialista en el tema e inicie una terapia con “el fin de que todos cambien esos estereotipos y ayuden en el tratamiento de la paciente con este desorden alimenticio”.

CARACTERÍSTICAS DE UNA FAMILIA OBSESIVA CON LA DELGADEZ

Nizama Valladolid indica que este tipo de familia se caracteriza por ser rígido, súper ordenado y autoritario con los horarios de las comidas.“Las madres le enseñan a las chicas a ser ordenadas, detallistas, obsesivas con su alimentación hasta saber qué contiene cada alimento”, afirma.Son tiranos con respecto a la hora que comen en la mañana, tarde y noche.CONSECUENCIASEstas figuras paternales causan en la niña, vulnerabilidad, fragilidad, sumisión y  aislamiento.Tienen vergüenza o temor de mostrarse porque sienten que serán criticadas por su aspecto y faltan a clases, son evasivos con los amigos. Este problema afecta su esfera social y familiar porque se aíslan.“Pueden llegar hasta la muerte, cuando tienen cuadros de inanición, es decir, estar extremadamente delgados y desnutridos, porque al organismo le falta nutrientes”; dijo Nizama.