El síndrome de la jubilación y sus efectos

Rosario Espinoza

Para unos jubilarse puede ser lo mejor que les puede pasar pero para otros esto les puede significar un estrés y depresión emocional al no sentirse útiles ni valorados como persona. 

Verónica Zevallos, psicoterapeuta del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima (CPPL), sostiene que el jubilado puede entrar en depresión y estrés debido a la preocupación que sienten al enfrentar algo nuevo en su vida. 

“Otro factor es el aspecto económico, se mostrará agobiado y estresado porque el dinero mensual se verá disminuido, lo que generará desgano para participar en eventos sociales. Por eso es muy necesario estar preparados cuando llegue el momento”, refirió la especialista. 

EL PEOR ENEMIGO

La persona jubilada puede entrar también en depresión, pues sentirá la pérdida de una situación habitual de su vida, pero una vez que pase el “luto”, se sentirá más cómoda en su nueva etapa e irá desapareciendo la depresión. 

“No solo es cuestión de dinero, pues muchos jubilados reciben una pensión nada desagradable, pero están sumidos en la soledad, pues por trabajar tanto toda su vida, descuidaron a los amigos y a la familia”, agrega.

CONSEJOS PARA ADAPTARTE

Antes de que llegue ese momento, se recomienda que mantengan sus vínculos sociales, que no se alejen de los amigos, si hacen deporte, que no dejen de hacerlo porque todo eso conlleva a sostenerse socialmente con otras personas. Hay amistades que puseden sentirse como hermanos y que llegado el momento le servirán de soporte. “Hay personas que por trabajar tanto dejan de lado su vida social. Y cuando llega la jubilación y se sienta solitario, puede acudir a casas del adulto mayor, donde se realizan múltiples actividades que lo ayudarán a superar este síndrome”, dice la psicoterapeuta. También puede reencontrarse con viejas amistades o acudir a actividades culturales. Para más información puede llamar al Telf: 445-1520.

PROYECTARSE EN LA VIDA

Para que las personas próximas a jubilarse no entren en estado de estrés y depresión lo mejor es proyectarse para cuando suceda. “Se debe pensar en qué intereses le gustaría desarrollarse, cómo lo harían y dónde, proyectarse en sus tiempos libres. Tal vez puedan pensar en realizar un viaje que siempre soñaron o tomar un curso para mantener el interés intelectual”, afirma Zevallos. De esa manera, el cerebro siempre se mantendrá joven y debemos acostumbrar a nuestro sistema nervioso a trabajar y así evitar enfermedades, como el Alzheimer. También puedes proyectarte a hacer cosas con la pareja, trazarse objetivos en común, metas que quizás nunca pudieron cumplir por falta de tiempo cuando estuvo trabajando.  En la vida, uno nunca termina de concluir sus proyectos. Por eso lo mejor es aprovechar ese tiempo y nuevo camino que le queda por recorrer para hacer todo lo que no pudo durante mucho tiempo.