Los invisibles e interminables viajes de Óscar Limache

Por: Jorge Ita Gómez

Leer a todas luces Viaje a la lengua del puercoespín del destacado poeta, docente y traductor Óscar Limache resulta definitivamente tan reconfortante como embarcarse en un largo y placentero peregrinaje por el contenido y continente de su palabra, siempre fresca y renovada, al paso del tiempo.

Enriquecedora crónica de viaje en versos, bitácora y cartografía de empedernido navegante, capitán y marinero de su propio barco, cosmopolita por las ambiciosas y complejas rutas que sigue el itinerario de su escritura, ciudadano del mundo a carta cabal. Y aun viajero imaginario por ciudades invisibles, cubiertas por la niebla.Fulgurantes en sus lecciones de historia universal descollan las legendarias ciudades de la antigua y moderna cultura oriental y occidental como Atenas, Ítaca y Roma; Pekín, Nueva York, Venecia, París y otras de reminiscencias más exóticas y caprichosas geografías como Ulán Bator, Bombay, Katmandú y Bagdad.Todo para ir a parar (o a acabarse en buen cristiano el viaje) a su casa, punto inicial de partida de sus andanzas por el mundo, porque la casa es -como decía Sebastián Salazar Bondy- el lugar donde uno concluye.Estampa intransferible de sí mismo el poeta, en este magnífico periplo versístico, ojos saltones de viajero llenos de mundo, tupida barba ceniza de puercoespín amable, punzante, espinoso y florecido en su tinta. Lima(che) feliz en el reino de la poesía.