La Molina: Pobladores marcharán hasta Municipalidad de Lima para que no destruyan iglesia

En los próximos días, los vecinos de La Molina realizarán una marcha a la municipalidad de Lima para pedir al alcalde Luis Castañeda, no autorice la destrucción de la iglesia Inmaculado Corazón, con el fin que una entidad bancaria construya condominios privados.

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La marcha será encabezada por el sacerdote de la parroquia Eloy Alberca y el alcade de La Molina, Juan Carlos Zurekm, para solicitar que el alcalde Luis Castañeda no autorice la construcción de viviendas, sobre un terreno en posesión de parroquia desde hace 30 años.

Los vecinos, indicaron que el terreno tiene calificación de “Otros Usos” que solo permite la edificación de centros comunales, parroquias y otras sedes de interés público, pero menos de condominios tal como lo quiere hacer una entidad bancaria.

Criticaron que por un error del Estado se entregó a entidades privadas un espacio preservado para fines sociales y demandaron el pronunciamiento del alcalde Luis Castañeda.

El sacerdote Eloy Alberca, del Inmaculado Corazón, informó que hace seis meses el banco hizo un pedido similar a Lima pero fue rechazado y recordó que “la municipalidad de La Molina realizó consultas, se recogió mil firmas vecinales y todas en contra de que prospere la solicitud”.

Explicó que el terreno es de 1,600 metros cuadrados y está ubicado en la urbanización Los Sirius y fue cedido a la parroquia desde el año 1980 y alberga salones de primera comunión, bautizo y charlas matrimoniales.

Además, cuenta con un depósito del voluntariado que realiza acciones en favor de otras zonas de Lima y un centro médico parroquial.  

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Por su parte, el alcalde de La Molina, Juan Carlos Zurek emplazó a su homólogo limeño para solucionar este problema y dijo que afecta a miles de vecinos de su distrito y anunció una pronta marcha hacia el concejo metropolitano si se mantiene la incertidumbre.

Explicó que el terreno es una cesión de la urbanización Los Sirius, donde se ubica, entregado en favor de la comunidad el año 1983. “La zonificación no ha variado y no tiene porqué variar”, reflexionó Zurek.