Peruano acusado de pedofilia por el FBI fue llevado a prisión, pero luego le dicen que es un error

Eddie Manuel Núñez Santos, es un padre de familia que fue culpado injustamente de pedofilia y extorsión por la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI). Su nombre y rostro se expusieron ante los diversos medios de comunicación nacionales, como internacionales, donde aseguraban que había cometido estos delitos, pese a que él reiteraba su inocencia en todo momento, pero nadie le creía. Actualmente, se encuentra en libertad porque todo se trató de un garrafal error que sin duda ha perjudicado su reputación.

Este profesional de la informática aún no puede creer todo lo que vivió tras ser arrestado por la Policía Nacional del Perú, cuando se encontraba en la comodidad de su hogar en Surco, junto a su esposa e hijo de 9 años. “Mi pareja y yo nos miramos, diciéndonos esto tiene que ser un tremendo error’ pero los agentes me dijeron que no hiciera las cosas más difíciles y me marché con ellos”, mencionó en una entrevista a BBC Mudo.

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El peruano fue a la cárcel por un error del FBI

Este hombre, lamentablemente, estuvo siendo buscado por la Interpol y luego de su captura lo enviaron a la cárcel hasta que sea extraditado a Estados Unidos. Pasó más de un mes en el Penal Castro Castro y la prensa no dejaba de tildarlo de “pedófilo” o “criminal”. A pesar del duro momento y las críticas, seguía defendiendo su inocencia, hasta que el 9 de noviembre le retiran los cargos.

“Cuando alguien busca mi nombre en internet sigue apareciendo las informaciones públicas de mi detención [...] Estoy intentando retomar mi vida, pero me cuesta mucho después de todo lo ocurrido”, agregó el agraviado, quien explicó cómo las autoridades se dieron cuenta que todo ese tiempo le privaron a alguien su libertad y el delincuente seguía afuera.

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El sospechoso seguía enviando amenazas cuando Eddy estaba internado en presión

El FBI rastreó los correos y direcciones de IP, estaban convencidos que “Lucas” y él eran la misma persona. “Tengo un negocio de desarrollador web; ellos creyeron por error que los correos emitidos desde ese servicio yo los había enviado [...] Estaba convencido de que todo se aclararía rápido, así que le pedí a mi pareja que entregara mi computador y mi celular a la policía [...] Podían revisar y ver que allí no había nada relacionado con bombas ni menores de edad”, contó.