Augusto Palacios cuenta cómo vivió el apartheid en Sudáfrica y su relación con Madiba: “Mandela admiraba Machu Picchu”

Jugó en cinco continentes y no le gusta que le digan Trotamundos.

Únete al canal de Whatsapp de El Popular
Augusto Palacios es conocido como uno de los mejores entrenadores del continente africano.
Augusto Palacios es conocido como uno de los mejores entrenadores del continente africano.

Nadie es profeta en su tierra, reza una conocida frase que le cae a pelo a Augusto Palacios, quien se hizo de un nombre en Sudáfrica, llegando a dirigir la selección y conocer personalmente a Nelson Mandela.

El exjugador de Alianza Lima, Sporting Cristal, Sport Boys, entre otros clubes, llegó en 1985 a dicho país en pleno apartheid, la pasó mal, pero eso no lo doblegó.

— ¿Qué hizo que se quede a vivir al otro lado del mundo?

—Llegué a Sudáfrica en 1985 y este país me valoró como futbolista y entrenador. Hice muchas cosas por este país, cuando llegué el fútbol era de un nivel amateur y dirigí a la selección absoluta. Muchos pensarán que en Sudáfrica los tigres y leones andan por las calles y no es así. Sudáfrica es un país desarrollado.

—¿Cómo vivió el apartheid?

—Fue muy duro. Mi esposa por ser blanca y yo moreno, vivíamos separados. Había barrios exclusivos para blancos y otro para negros. Y, en los shoping, el sótano era para los negros. Una vez me puse mal y al hospital tuve que entrar por la puerta trasera. Mis hijos eran mestizos y fue difícil encontrarles colegio.

—Nelson Mandela fue clave para acabar con el racismo.

—Mandela no era político, sino un líder que luchó contra la segregación racial, estuvo 27 años en prisión por sus ideales y cuando salió libre nunca se vengó. La mitad de su sueldo fue para una fundación que hasta hoy existe y que es para los niños pobres.

—¿Cómo fue ese encuentro con Mandela?

—Cuando era entrenador de la selección de Sudáfrica, antes de jugar contra Nigeria por las Eliminatorias en 1993, invité a Mandela para que almuerce con la selección. Fue una sorpresa para los jugadores, ese fue el primer encuentro. Luego cuando fui gerente de la selección que se alistaba para el Mundial Francia 98 y él como ya era presidente, lo visité varias veces porque quería saber cómo iba la selección.

—¿Le comentó algo de Perú?

—Me sorprendió porque sabía la historia del imperio de los incas y abmiraba mucho Machu Picchu.

— Lo que se ve en la película Invictus, donde Mandela une al país para apoyar a la selección de rugby que gana el Mundial de 1995, ¿es tan así?

— Es tal como se ve en la película. No me gusta el rugby, pero ese día me invitaron y fue emocionante, donde al final Mandela entrega el trofeo a la selección.

SUDÁFRICA Y PERÚ

—¿Cómo es el nivel del fútbol sudafricano?

—En 1992, cuando Sudáfrica vuelve al seno de la FIFA, tras el apartheid, tuvo un gran crecimiento en comparación a otros países africanos y hasta llegó a organizar el Mundial del 2010. Varios jugadores han llegado a clubes europeos.

—¿Se paga bien?

— Sí, han venido jugadores sudamericanos, como el colombiano Leonardo Castro, quien jugó en Alianza Lima y brilla en Kaizer Chiefs.

— ¿Le ve chances a Perú de clasificar al mundial?

—Siempre la selección sobre el final se pone las filas y está sufriendo cuando faltan cuatro fechas. Eso es lo malo y con temor que no vayamos al mundial. Si hacemos seis puntos en esta fecha doble ante Colombia y Ecuador estaremos con un pie en el mundial.

—Tras esa experiencia en Aurich-Cañana en 1996, ¿por qué no volvió a dirigir en el Perú?

—Tuve dos malas experiencias. Con Deportivo Pucallpa tenía que trepar la pared para entrar a la cancha porque la dirigencia no pagaba el alquiler. Y, en Aurich-Cañaña, los jugadores eran indisciplinados, borrachos. Por eso me fui y ese equipo descendió.

—Desde el 2016, cuando estuvo en Orlando Pirates, no ha vuelto a dirigir.

—En Orlando Pirates trabajé varios años y a la par con mi academia. No podía estar en esa doble función, pese a que tuve propuestas para dirigir varios clubes.

—¿Cuál es su presente?

—Estoy abocado a mi academia. Formamos a niños y trabajo con entrenadores que los formo. También doy cursos, seminarios de capacitación a técnicos.

—¿Por qué no le gusta que le digan Trotamundos?

—Trotamundos es aquel que va por el mundo tirando dedo, a la aventura. Estuve en varias partes del mundo porque me contrataron para jugar al fútbol.

—Jugó en los cinco continentes, ¿algo que le llamó la atención de algún país?

—Cuando jugué en Hong Kong (Caroline Hill) la gente come de todo, pero yo no. En Finlandia (jugó en el KTP) hay 70 lagos que en invierno, donde la temperatura llega a 40 grados bajo cero, se congelan y se convierten en pistas de patinaje.

—Muchas gracias, profesor.

—A usted, para mí es un honor que su medio se tome la molestia de considerarme. Soy muy feliz en Sudáfrica, tengo la doble nacionalidad, pero soy bien peruano. Gracias y ojalá la selección clasifique al mundial.

SOBRE EL AUTOR:

Cargando MgId...