Mónica Cabrejos: Tú, la femme fatal

Ser mujer no es tarea fácil. Somos multifacéticas y polifuncionales. Eso nos debería bastar. Sin embargo, para muchas mujeres ser percibidas como bellas es una necesidad imperiosa, dice Mónica Cabrejos.

LEA MÁS: Sexualidad: ¿Se te fueron las ganas? Reconoce los 6 factores que afectan tu vida sexualAcostumbradas a competir entre nosotras mismas, nos hemos convertido en nuestros propios verdugos. Nada más implacable que nuestra mirada inquisidora frente al espejo.En el imaginario femenino vive persistentemente la idea de la femme fatale, concebida como aquella mujer que con su belleza y sensualidad puede enloquecer al hombre más cuerdo. La imaginamos con medidas de concurso, de mirada intensa, labios carnosos, piel perfecta y melena abundante, siempre maquillada y bien producida.Basándonos en esta loca idea de símbolo sexual nos convencemos de que solo si construimos la perfección nos sentiremos bien y causaremos respuestas positivas en la pareja.La celulitis, un rollito o un par de tallas extras de pantalón; las canas, las líneas de expresión o algún tríceps fuera de lugar (mal llamado murciélago, situado al interno del brazo y principal sufrimiento estético de las mujeres), pueden causar –según nosotras– la disminución del deseo sexual de nuestro hombre.Sin embargo, los varones están mucho más familiarizados con la imperfección de la naturaleza humana. Ellos se aceptan tal como son y, excepto una disfunción, nada los priva de disfrutar su sexualidad. Se desnudan frente a su compañera sin culpa ni vergüenza. No se detienen a cuestionar su físico ni a contrastarlo con los ideales de belleza.Tal como juzgan su atractivo, lo hacen con nosotras. Por ello, cuando le preguntamos a un varón qué es lo que más lo pone de una mujer no alude a la “belleza perfecta” sino a la actitud de la dama.Debemos entender que una predisposición al disfrute de la sexualidad nos puede dictar cómo una mujer se autopercibe física y sexualmente. Si se siente bonita y deseable; él la apreciará como tal y se volverá loco de pasión. Será consciente de la calidad de mujer que tiene en su cama –y en su vida–, más allá de esos rollitos que nos quitan el sueño.Las mujeres irresistibles no son las jovencitas de derriers perfectos y piel incólume; las verdaderas femme fatales son aquellas mujeres que aceptan, conocen y disfrutan de su cuerpo sin temores ni complejos y se lo hacen saber de muchas formas a su pareja.Cuando una amiga me pregunta qué debe hacer para sentirse más sexy y matar de ganas a su marido, siempre contesto lo mismo: “No hay mujer más deseable que aquella que es feliz consigo misma”. Atrévete a serlo hoy. Ya me cuentas.