Monica Cabrejos: A borrar el casette

Me atrevo a decir que el 2015 fue el año más importante, trascendente e inolvidable de los que he vivido. Y digo esto porque a lo largo de esos 365 días afronté pruebas muy difíciles en las que comprobé mi fortaleza y conocí la autorreconciliación.

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nicandynilady@gmail.com
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Me atrevo a decir que el 2015 fue el año más importante, trascendente e inolvidable de los que he vivido. Y digo esto porque a lo largo de esos 365 días afronté pruebas muy difíciles en las que comprobé mi fortaleza y conocí la autorreconciliación. 

Conocí gente maravillosa, que me ayudó a reinventarme en lo personal y me colocaron la valla profesional mucho más alta, obligándome a saltarla, pues confiaban en mi capacidad.

Este 2015, dos de mis libros (Ni puta ni santa y Mujeres empoderadas) fueron publicados en segunda edición -por sus altas ventas- y publiqué mi cuarto libro (Confesiones de Afrodita). 

Me atreví a volver a los escenarios haciendo un unipersonal que tuvo cinco meses de exitosa temporada. En cada función pude conocer a muchas nuevas amigas que me acompañaron y regalaron su afecto entre risas y buen humor. 

Gracias al éxito del show, Ni candy ni lady se convirtió en una columna impresa y cada domingo me encuentro con mis nuevas lectoras en este espacio tan nuestro. Nos divertimos juntas el 2015, prometo volver a los escenarios recargada.

La vida me llevó por caminos insospechados, fue un año de arduo trabajo y de mucho cariño. Me enamoré perdidamente de mí misma, como nunca antes lo estuve. Con un amor correcto, justo y merecido.

También entendí que los verdaderos amigos no solo están en los buenos momentos, también están cuando tropiezas, ellos te sostienen y te ayudan a levantar.   

Aprendí a irme de lugares y de personas a las que ya no pertenezco. Hoy, ando ligera, tranquila y en equilibrio. 

Mi manera de mirar el mundo ha cambiado, no puedo decir que soy la misma, pues ahora soy una mejor persona (de la que ya era). Vienen muchas cosas bonitas para mí,  tengo la certeza de eso porque ahora estoy lista para recibir lo que me corresponde por ley universal.  

Estoy reconciliada conmigo y sin cuentas pendientes con nadie. He perdonado a quienes me dañaron sin dejar de agradecerles por su tiempo en mi vida.

Pese a lo negativo, me enseñaron a administrar mi dolor y a conocerme mejor como ser humano. Los he dejado ir con tranquilidad porque sé que cada uno recibe en vida lo que merece. 

Se inicia un nuevo año y un nuevo capítulo se escribirá en nuestras vidas. Estimadas lectoras, las invito a aprovechar esta oportunidad de recetear su memoria emocional y a borrar el casette. Borren rencores, frustraciones e ideas negativas.

Reinicien su sistema emocional con pensamientos renovados en plena certeza que este 2016 será mejor, pues tenemos toda la experiencia del año anterior.

Queridas, a mirar para adelante que para atrás ya dolió bastante. 

Feliz año 2016.

SOBRE EL AUTOR:

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