Vanessa Terkes dice ser una luchadora y tener el corazón terco

Mario Palacios

Vanessa Terkes tuvo que salir del país cuando aumentaron las amenazas de muerte contra ella y su esposo, el alcalde de La Victoria, George Forsyth. Semanas después regresó al Perú, pero tiene prohibido pisar el distrito que quiere tanto y han tenido que multiplicarse las medidas de seguridad alrededor suyo. 

Pero, ella es una guerrera, terca, una luchadora que siempre encuentra la forma de estar pendiente de los casos sociales.

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“Muchas personas me ayudan, lo que tenemos en común es nuestro corazón terco, por eso digo que un corazón es nuestro distintivo, la escencia de quiénes somos”, expresó.

Vanessa dijo que algunos le preguntan si se trata de una ONG o algo parecido. 

Esta semana estuvo en el Callao ayudando a unos ancianos abandonados, en San Luis, con una familia en peligro y en el hospital Dos de Mayo pendiente de una joven madre que llevaba dos semanas con su hijito en estado crítico. 

“Recibo pedidos de ayuda que trato de cumplir con todos, la verdad es que los alcaldes o directores de hospitales me abren sus puertas y soy la primera en ofrecerme para ser un nexo y conseguir ayuda”, reveló la actriz.   

La encontramos en el hospital San Juan de Dios acompañando un caso. “Hago lo que puedo, siempre lo he hecho, pero no me gusta contarlo porque yo no soy la noticia, los medios deben estar precisamente para dar a conocer estos casos y buscar una solución”, afirma la esposa de George Forsyth.

Corre de un lado para el otro del hospital. Los que la reconocen no dejan de abrazarla y desearle lo mejor a ella y su esposo. Le repiten y repiten que están orando por George. “La gente es maravillosa, nosotros seguimos los consejos de seguridad. Pero nada va a detener lo que queremos para los victorianos, y para todos los que piden ayuda”, remarcó.

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El domingo pasado, George y Vanessa fueron nombrados hijos honorarios de la hermandad del Señor de los Milagros. “La fe lo puede todo. Diosito siempre nos cuida”, finalizó.