Señales y tratamiento del consumo de alcohol en adolescentes

Rosario Espinoza

El consumo de alcohol en adolescentes suele ser más recurrente en varones que en mujeres y esto se debe a la presión social.  

Más allá del desconcierto y la rabia de los padres al descubrir a sus hijos bajo los efectos del alcohol, es importante que sepan cómo actuar frente a esta situación.

Según María Paz Cardó, psicoterapeuta del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima (CPPL), el hecho que un adolescente consuma licor a tan temprana edad y de forma continua se debe a múltiples factores. 

“La presión de sus amistades, la inestabilidad familiar e incluso sucede por una carga genética”, asevera Paz Cardó.   

Genéticamente todos tenemos una herencia de nuestros padres, por eso podemos estar más predispuestos a enfermedades y eso también ocurre con el caso de las adicciones. 

“Hay una carga genética  que se puede heredar, y si  a eso se suma un ambiente nada estable resulta una combinación perfecta para caer en algún tema de adicción”, refiere la especialista.

MEDIO DE ESCAPE

Los chicos –dice– pueden recurrir a malas cosas como el alcohol y las drogas como un medio de escape. “Lo que buscan es huir de sus problemas", agrega.

SEÑALES PARA COMPROBAR SI TU HIJO HA BEBIDO

Los padres podrán darse cuenta de que sus hijos beben frecuentemente cuando rompen con su rutina, ya que se muestran irritables, se enfadan con facilidad y con más frecuencia. No solo ellos huelen a alcohol o tabaco, sino también su ropa. Además, sus pupilas lucen contraídas, tienen irritación en los ojos y enrojecimiento en la cara. También muestran cambios de comportamiento, por ejemplo, empiezan a aislarse, se relacionan con otro tipo de amistades y llegan tarde a casa. Lo habitual es que los adolescentes tomen el fin de semana una vez terminadas las actividades académicas. Para más ayuda comunicarse al teléfono del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima: 445-1520.

EL PAPEL DEL AFECTO Y LA DISCIPLINA

Los padres deben tener claro que la crianza es muy importante como medio de formación de los chicos. Dentro de esto está el afecto, el cariño y la comunicación. El otro complemento es la disciplina. “Deben tener las reglas claras y coherentes. Es decir, toda la familia debe trabajar con el mismo mensaje. Dictar las mismas reglas, eso  enseñará al adolescente a regular su conducta”, asegura la psicoterepeuta. Otra cosa importante es hablarle de las experiencias propias, no hablarle solo directamente del alcohol, es mejor compartir sus conocimientos con sus hijos por lo que han vivido y no solo por lo que debe ser.  La comunicación debe ser constante y desde temprana edad, explicarle sobre los riesgos de tomar alcohol irresponsablemente. Se trata de enseñar con acciones para ser coherentes con lo que estamos diciendo.  Una pequeña sanción puede ser necesaria siempre y cuando les anticipemos cuáles son las reglas. Decirles que si las trasgreden habrá consencuencias. Nada de golpes o gritos.