Líder asháninka asesinado había denunciado amenazas

PUCALLPA. Había sido amenazado por presuntos madereros ilegales, lo denunció varias veces, pero nadie le hizo caso.

El líder asháninka Edwin Chota pagó con su vida la lucha que se había impuesto para evitar la deforestación de sus tierras.

Con él fueron asesinados  otros tres dirigentes tribales, en una zona cercana a la frontera con Brasil.

Patricia Balbuena, viceministra de Interculturalidad del Ministerio de Cultura, confirmó la masacre.

Las víctimas eran pobladores de la comunidad de Alto Tamaya-Saweto y salieron en los primeros días de setiembre a revisar los linderos.

En esas circunstancias se habrían encontrado con sus  asesinos, que los ultimaron y dejaron semienterrados.

El presidente de la Asociación de Comunidades Nativas Asháninkas de Masisea y Callería, Reyder Sebastián, dijo que siempre denunciaron la tala ilegal ante las autoridades, pero nunca les hicieron caso. “Estas son las consecuencias”, lamentó.

La comisión encargada de viajar al lugar del cuádruple crimen no pudo llegar para levantar los cuerpos por el mal clima. Además, se informó de supuestas amenazas contra ellos.

ANUNCIA INVESTIGACIÓN

El presidente Ollanta Humala calificó de “bárbaros” a los asesinos de los dirigentes asháninkas y anunció una severa investigación a cargo de la policía y el Ministerio de Cultura. Explicó que los responsables serían de una mafia con intereses en la tala ilegal de madera. Este crimen también ha puesto en alerta a las autoridades de Brasil.