Poder Judicial dictó prisión contra hermanos acusados por muerte de menor en el Cusco

El Poder Judicial del Cusco dispuso 9 meses de prisión preventiva contra los hermanos Percy y Wilfredo Peralta Jalire y ordenó su captura a nivel nacional, tras ser acusados presuntamente de secuestrar y asesinar a su sobrino político de 13 años de edad, para luego enterrarlo en una zona desolada del distrito de Urcos en dicha ciudad.

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El Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de Cusco, luego de dictar esta medida, ordenó la captura a nivel nacional contra los hermanos tras encontrar encontrar graves y fundados elementos de convicción en el delito de secuestro y homicidio en agravio de un menor de edad. 

En audiencia, el magistrado de la Primera Fiscalía Provincial Penal del Cusco, informó que el secuestro ocurrió el 21 de agosto de este año, cuando el menor Sebastián Andreé fue reportado desaparecido por sus padres en la División de Investigación Criminal (Divincri), cuando se dirigía a su colegio Galileo ubicado por la calle Díaz Quintanilla del distrito de San Jerónimo. 

En su informe, El fiscal Roony Jibaja Ormachea, explica que horas después de este hecho los secuestradores en tres oportunidades solicitaron a sus padres Carlos Gárate y Claudia Vera la suma de 500 mil soles por su rescate, pero la Policía no pudo dar con el paradero de éstos.

El fiscal representante del Ministerio Público , presentó como pruebas un video donde se aprecia al menor caminando por la calle con dirección a su colegio y un auto rojo y un joven van detrás del adolescente, luego lo raptan y se lo suben al vehículo para llevárselo a un lugar desconocido y finalmente torturarlo y asesinarlo.

Luego de visualizarse el video el 24 de agosto, lograron identificar el vehículo y se llegó a determinar que pertenecía a la hermanastra de la madre del menor y que habría sido utilizado por los denunciados.

El cadáver fue encontrado por unos perros y los agentes de la Comandancia Rural de Quispicanchi, quienes lo identificaron que se trataba del menor, pues tenía el uniforme de su centro de estudios y algunas otras pertenencias.

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El cuerpo del menor mostraba signos de violencia, habría sido torturado y estrangulado con una cuerda sintética, estaba atado con alambres y envuelto su rostro con bolsas plásticas para asfixiarlo y enterrarlo a unos 30 centímetros de profundidad en la zona desolada de Pata Mayo Pucca-Orcco días atrás.