Ángela Leyva: “Mi mamá es todo para mí”

Marco Gonzales Cadillo

Fotos: Marco Cotrina

La foto es perfecta porque capta el momento en que Ángela Leyva abraza a su madre Patricia Tagle y ella sujeta un ramo de rosas.  

Pero hay algo más en la fotografía que el lente no capta. Ese abrazo sincero, esas miradas cómplices y esas bromas que sugieren la amistad que hay entre madre e hija.  

El cuadro es perfecto y para ser enmarcado por el Día de la Madre. Y por eso mismo, El Popular se reunió con doña Patricia y Ángela y ahí, entre broma y broma, nos contaron anécdotas sobre este día tan especial para todas las mamás del Perú. 

—Sé que el regalo de toda madre es que sus hijos siempre sean felices, ¿pero hay un regalo sorpresa?

−Ángela (A): Sí, ya lo tengo. Es una sorpresa que le va a gustar a mi mamá.

−Patricia (P): He gateado hasta debajo de la cama y no he encontrado ningún regalo. Angelita lo ha escondido bien. 

—Imagino que van a engreírla, ¿no?

−A: Sí, empezaremos por prepararle un rico desayuno, y después ya vemos el almuerzo. 

—Doña Patricia, ¿qué tal cocina Ángela?

−P: Ángela no sabe cocinar, si me quiere traer chicharrón será dibujándolo, porque no sabe prepararlo (risas). 

—Pero señora, lo importante  son los detalles, ¿no?

−P: Sí, Ángela es una chica muy dócil y muy madura gracias a Dios, y eso se debe a la comunicación que tenemos. 

—Eso veo, antes que ser madre e hija, son amigas.

−P: Sí, nosotras nos reuimos en el sillón de la sala, es como el sillón de la verdad y nos quedamos dormidas ahí, la pasamos bien. Esta etapa de la adolescencia de mis hijas la estoy disfrutando al máximo.

−A: Acá conversamos de todo, mi mamá es mi mejor amiga y le cuento todo, en ella confío.

AÑOS MARAVILLOSOS

—Doña Patricia, ¿recuerda algún regalo de Ángela?

−P: Yo tengo todos los regalos de Ángela guardados en una cajita, sus primeras tarjetas que me hacía me causaban mucha ternura, igual que mi otra hijita; las dos se ponían hacer sus tarjetas y las pintaban. A veces envolvían galletas o dulces en papel de regalo y me lo entregaban.

−A: También inventábamos canciones que se nos ocurrían en ese momento y la cantábamos.   

—Entonces, ¿ya no le regalas tarjetas a tu mamá?

−A: Sí, siempre le hago tarjetas hasta cuando no es el Día de la Madre, además, el Día de la Madre es todos los días, no solo un día. 

—Y dime, ¿también eras de bailar en las actuaciones de tu colegio por el Día de la Madre?

−A: Sí, siempre he bailado en las actuaciones del colegio. Salía a danzar música de la selva, de la sierra o criollo. Mi mamá nos veía desde afuera, ella siempre se ponía contenta cuando nosotras bailábamos.

−P: Angelita bailaba bonito, bueno ella baila bien (risas). 

—A parte de los regalos, ¿cuál crees que es lo mejor  que le puedes dar a tu mamá?

−A: Mi mayor regalo es portarme correctamente, hacer las cosas bien y cumplir todo lo que ella me diga y pensar en Dios qué es lo que me dice. Mi mamá representa mucho, representa todo; el esfuerzo que hago, las alegrías que tengo... Mi mamá es todo para mí.

−P: Ángela siempre se ha portado bien, es una chica muy madura para su edad y gracias a Dios siempre hace caso a sus padres. 

—Señora, ¿qué opina  sobre estas palabras de su hija?

−P: Las personas siempre tienen que predicar con los hechos, no solo decir: te amo, sino demostrarlo, mis dos hijas me lo demuestran. Por eso doy gracias Dios que me haya permitido vivir momentos alegres, momentos con mucha satisfacción. 

—Ángela, ¿algo más que quieras decirle a tu mamá?

−A: Tengo presente en todo a mi mamá, cuando me acuerdo de algo o de una frase: “esto me dijo mi mamá”, pienso. Siempre estoy pendiente de lo que ella me dice. Siempre procuro esforzarme el doble, porque sé que mi mamá va a estar feliz viéndome en el coliseo.

−P: Mi Ángela, al igual, que mi Leslie son todo para mí. Soy una madre muy feliz de tener a unas grandes hijas. Estoy agradecida con la vida. 

Como dije, la foto no terminó por captar esa promesa de “amor eterno”. Algo así como la canta el mexicano Juan Gabriel.