Jonathan Maicelo: “En la miniserie se dirá toda la verdad de mi vida”

Edinson Cotrina

Fotos: Marco Cotrina

Su niñez y juventud fueron duras en el picante barrio de San Judas Tadeo, del Callao. Sus puños de furia  alcanzaron el cielo en el boxeo y ahora lo harán en la pantalla chica.  Jonathan Maicelo se animó a conversar con el Popular y reveló detalles de lo que se verá en su próxima miniserie:“Maicelo, camino a la gloria”.

—¿Cómo te sientes que se haga una miniserie de tu vida?

—Estoy agradecido y contento, porque quieran saber  algo de mi vida. Yo no me arrepiento de nada de lo que he hecho.

—El joven actor José Piedra te va a encarnar. ¿Qué te parece?

—Estoy agradecido y contento de que él me personifique. Tiene todo para ser como yo, para que la gente se identifique conmigo.

—¿Qué mensaje quieres dejar con la miniserie?

—A través de la miniserie que verán pronto quiero mostrar lo importante que es la perseverancia y la fe cuando uno arranca desde cero.

—¿Se dirá toda tu verdad?

— Como tiene que ser.

COSAS DE LA VIDA

—¿Cómo te compraste tus primeros guantes de boxeo?

—Me los regalaron, porque  yo no tenía ni para el té. Un par de guantes cuesta más de 100 dólares. Y el regalo me lo hicieron unos alumnos a quienes les daba clases de boxeo cuando tenía 13 años.

—¿Qué labores u oficios has hecho para sobrevivir?

—Siempre he dicho que he trabajado en desalojos y en construcción civil. ¿Cuánto me pagaban? Eso dependía del ‘chistris’ (trabajo)

—Presiento que tuviste una niñez y juventud acelerada.

—Nosotros ‘choreamos’ las tapas de los desagües para venderlas como fierro. Eso no lo veas como palomillada sino que era para ‘chapar’ monedas.  Nos pagaban lo que pesaban. Era dinero rápido. Pero no quiero contar más para que se enganchen con la miniserie

—¿Con ese dinero fácil te ibas de parranda?

—Ese dinero era para mi viejita, yo no gastaba en juergas, porque yo no tomo ni fumo. Había necesidades en casa, como la comida diaria y otras cosas.  No he crecido en cuna de oro sino en un barrio de gente brava.

—¿Probaste drogas?

—Nunca he probado eso.

— ¿Manejas armas?

—No, solo utilizo mis puños.

—¿En la historia se hablará de tu vida amorosa?, porque dicen que eres un “afanador”...

—Poquito nomás, porque  mi esposa es la mujer que ha estado toda mi vida,  casi 10 años juntos. Así que merece todo el reconocimiento.

—¿Has pagado por sexo?

—No, eso no va conmigo porque no he tenido necesidad de mujeres. Nunca he entrado, pero sí he pasado por allí como palomilla.

—¿Por qué te gusta ir a discotecas de ambiente?

—No me importa lo que digan. Los gays y las lesbianas me caen bien porque me respetan.

—¿Piensan que eres bisexual?

—Soy bien hombre. Te voy a decir una cosa: muchas mujeres me piropean, muchos hombres gay  también. Creo que a los más guapos del mundo también les pasa eso y eso que no soy guapo.