Justin Bieber, el chico de Selena Gomez: problemático y con adicciones

No hay duda de que el ídolo juvenil Justin Bieber se ha convertido en la estrella del momento no solo por su éxito con sus fans, sino además porque representa a un grupo de jóvenes con serios problemas emocionales que no encuentra solución a sus vidas.La serie de rompimientos y reconciliaciones con Selena Gomez sería el detonante de todas estas desavenencias. Un simple vistazo de las situaciones en las que son protagonistas da cuenta que la ex chica de Disney es la más estable con sus emociones; en el intérprete de “Baby”, sin embargo, su comportamiento es contradictorio.

Pues, mientras la ex chica de Las Hechiceros de Waverly Place mantiene siempre la calma cada vez que tienen dificultades, el cantante aprovecha la ocasión para salir con chicas de dudosa reputación, aunque últimamente ha ido cambiando de gustos y ha elegido aparecer en público con bellas modelos.

La explicación de por qué Justin es así está en su pasado.

Una de las razones de los escándalos en lo que está en vuelto es el poder del dinero y la fama que no puede controlar ni dosificar. Desde que se convirtió en una estrella adolescente sus excesos han ido de menos a más: desde el consumo de alcohol, su irrespeto a las reglas de tránsito y la vida de las personas, y la intoxicación leve con drogas de todo tipo.

Un asunto que tiene preocupados a Gomez e incluso a la madre de este, Pattie Mallette, es la composición de círculo de amigos de la estrella. Cuando salió a la fama, sus amistades llegan a penas a media docena, pero cuando empezó a hacer giras mundiales, artistas con similares dotes, talentos y encantos se sumaron a su simpatía. Entre ellos destacan raperos, bailarines y modelos.  Y es precisamente con ellos en que ha aparecido comportándose como un rebelde desapatado y sin solución.

El pandemonio de Bieber tendría como pilar la falta de una figura paterna en su crecimiento, pues se crió solo con su madre, ya que el padre los abandonó por completo. De esto Justin no ha dicho mucho y le disgusta hablar de ello. Cada vez que le preguntan por su progenitor, Jeremy Bieber, evade con alguna broma o burla. Es su estilo.

Mientras tanto, sus fans están más que felices con él, aunque no se sabe si en algún momento todos los problemas de Bieber terminen por causar en ellas una decepción irreparable.