Madre luchó contra las llamas para salvar a sus pequeños hijos

Corazón de madre. A la ama de casa Janina Irene Solsol Souza (31) no le importó que el fuego que devoraba su casa la calcine.

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Totalmente inhabilitadas quedaron las habitaciones siniestradas en Ate.
Totalmente inhabilitadas quedaron las habitaciones siniestradas en Ate.

Eduardo Guerrero

Corazón de  madre. A la ama de casa Janina Irene Solsol Souza (31) no le importó que el fuego que devoraba su casa la calcine. 

Pese al insoportable dolor ingresó a su cuarto en llamas y le arrebató a la muerte a su pequeño Billy Josué de  cuatro años. El niño quedó solo con lesiones menores. 

Sin embargo, su otro hijo Johan André, de seis meses, pereció en el siniestro. 

Debido al heroico gesto, la mujer terminó con quemaduras de primer, segundo y tercer grado en el 80 por ciento de su cuerpo.

GAS INICIÓ FUEGO  

Su vecina, la evangélica y madre soltera, Ana María Cabrera Soto (42) también resultó con quemaduras en brazos, pies y pecho. Lo perdió todo al igual que Janina. 

Las primeras investigaciones indican que una fuga y un cortocircuito se habrían juntado para iniciar el incendio. 

El hecho ocurrió pasada las 11:00 de la noche en el segundo piso de la vivienda de la asociación Robles Sur, en Vitarte.

RESCATE DE PELíCULA 

Testigos dijeron que tras comenzar el siniestro vieron a Janina pedir auxilio en la puerta e ingresar abruptamente. 

“La vimos salir una vez con su hijo en brazos, pero lo dejó y regresó otra vez al infierno”, precisó un morador. 

Los segundos pasaban y la mujer no salía. Presos de la desesperación, entonces, los vecinos rompieron las lunas y tras mucho esfuerzo la rescataron. 

Janina presentaba signos de asfixia, tenía el cabello chamuscado, además de serias lesiones en cara, brazos, pecho y vientre. 

Aun así, insistía en retornar a su cuarto, en cuya cama había dejado duermiendo a su bebé de seis meses.

VECINOS HERIDOS 

 El rescate dejó además a dos vecinos con quemaduras en los brazos. 

Tras la llegada de las unidades del Cuerpo General de Bomberos el fuego fue sofocado dos horas después.

VINO DE IQUITOS 

Janina Solsol y su familia vinieron de Iquitos hace unos años dispuestos a abrirse paso en la capital. 

Su esposo Saúl Rodríguez Soplín (35), que trabaja como soldador, no estaba en el momento de la tragedia. 

 Por la gravedad de sus heridas, la mujer fue auxiliada al hospital de Vitarte y después al Hipólito Unanue.

 Su estado es crítico. Sus familiares pidieron que los apoyen con donaciones de sangre.

LAS BIBLIAS NO SE QUEMARON

“Sé que el Señor nos pone pruebas, he perdido todo lo material, pero lo podré recuperar con mucho esfuerzo y trabajo”, dijo la evangélica Ana Cabrera Soto. Ella hizo notar que varios tomos del Nuevo Testamento que tenía en su repisa no se quemaron. “Dios me salvó”, expresó la mujer.

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