San Juan de Lurigancho: celoso asesina con pico de botella a la madre de su hija

Edgar Gamboa H.Los celos enfermizos del transportista Héctor Juan Cacha Sigueñas (32) no solo lo privarían de su libertad por los próximos 35 años, como condenan las leyes peruanas a los culpables de feminicidio.

Su pequeña hija de solo tres años también padecerá las consecuencias de sus actos: ahora tendrá que crecer en la más absoluta orfandad, sin una madre ni un padre que guíen su camino.

La trágica historia, que inició hace unos meses cuando la joven Rosa Flor Huánuco Barreto (26) decidió separarse del chofer de cúster, terminó de la peor manera la madrugada de ayer.FATÍDICA VISITA

Acompañado por otros dos transportistas, Cacha llegó de visita la noche del domingo al departamento que ocupaban su hija y su ex pareja en la zona de Mariscal Cáceres, San Juan de Lurigancho.

Tras amanecerse bebiendo con sus invitados, que se quedaron dormidos, el sujeto fue a buscar a Rosa Flor a su habitación y entonces empezarían los problemas.LA MATÓ A BOTELLAZOS

Según la policía, Cacha propuso a la mujer retomar la relación, pero esta se negó. “Él se molestó, le quitó el celular y encontró unos mensajes de un tal Elvis, esto fue lo que desencadenó la tragedia”, afirmó un efectivo.

Furioso por los mensajes,  al parecer cariñosos, Héctor Cacha cogió una botella de cerveza vacía y la reventó contra la cabeza de su víctima, a la que apuñaló después con el pico roto en diversas partes del cuerpo.

Según los invitados, Becker Chileno Leyva (29) y Wilmer Trejo Pinto (34), los despertó una fuerte discusión y luego los gritos desesperados de su compañero, quien huyó del lugar con la ropa ensangrentada.HUYÓ POR LOS CERROS

Alertados del hecho, efectivos de la comisaría de Mariscal Cáceres montaron un operativo que terminó en la captura del feminicida en un cerro del A.H. Los Cipreses.

“Trató de oponer resistencia tirándonos piedras, pero al final lo atrapamos. Confesó que actuó cegado por los al descubrir que la joven había iniciado una nueva relación”, informaron en la dependencia policial.   

RELACIÓN TORMENTOSA

Allegados a Rosa Flor, contaron que ella se había separado de su asesino hace tres meses, cansada de sus celos, infidelidades y maltratos. “Lo dejó y se fue con su hija a Huaraz, pero él la persiguió. Volvieron hace un mes y quedaron en que se frecuentarían como amigos, pero ya no tenían nada. Él estaba obsesionado con ella”, contaron.