Bomberos desmienten que el 'Gringo' haya entregado las llaves

Jonny Coico indica a bomberos cómo llegar a contenedor, pero no habría entregado llaves. Revelan que en total habían cinco candados. Paradero de implicado y esposa es un misterio.

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Las cámaras de Latina captaron a Jonny Coico Sirlopú “Gringo” en los exteriores de la galería Nicolini, en la zona de Las Malvinas, mientras sus dos trabajadores atrapados en el contenedor pedían auxilio.

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En las imágenes, que corresponden al jueves a las 4:30 de la tarde, Coico Sirlopú le indica a un bombero cómo llegar al lugar donde Jovi Herrera Alania y Jorge Luis Huamán Villalobos estaban atrapados. “Del quinto piso van por la rampa y ahí es”, les dice nervioso, mientras sostiene una llave. Muchos testigos también lo vieron merodear la escena.

NO ENTREGÓ LLAVES

Nunca mencionó que estaban encerrados con candados y tampoco entregó las llaves.  Así lo confirmó a el Popular el jefe de la Cuarta Comandancia Departamental Lima Centro, Alejandro León, quien aclara que solo les indicó cómo llegar. 

“Cuando intentamos entrar la escalera estaba ardiendo y todo parecía un laberinto, por eso intentamos salvarlos desde el exterior, pero no se pudo”.

HABÍAN MÁS CANDADOS

Lo que es peor, no eran tres, sino cinco candados. “Habían cuatro en el primer nivel de los contenedores, de los cuales los bomberos rompieron tres. Al abrir hallaron solo cables. En el siguiente nivel, donde estaban las víctimas, un candado acerado, al no poder romperlo se tuvo que cortar la pared con una sierra”, sostuvo una fuente de Seguridad del Estado.

“Nosotros demoramos una hora y media en romper esos candados, imagine cuánto hubieran tardado los jóvenes en medio del siniestro”, lamenta el comandante León. Y si por un milagro lo hacían no tenían cómo bajar. “No hay escaleras para bajar, usan una movible, pero la habían sacado y puesto en una esquina”, comenta. 

Lo cierto es que el paradero de Coico y su esposa Vilma Zeña Santa María es un misterio. No se han presentado a declarar y para la PNP esto complica su situación, pues son sindicados por otros empleados y el empresario que les alquiló el contenedor, José Martín Fabián, de explotar a los muchachos.

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