El amor después del amor

Por Lucho Camino

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Dicen que el amor es eterno mientras dura. No sé. Yo creo que es imperecedero pero cambia de rostros conforme pasa el tiempo. El amor no acaba cuando pones fin a una relación, renace en otras almas, quizá con más pureza y pasión. Es decir, el sentimiento se vuelve eterno mientras no dejes de amar. Sobrevivirá en cada una de las parejas que elijas tener a tu lado. El amor nunca muere, solo cambia de piel y aroma.

El amor después del amor sí existe. El amor después del amor, tal vez, se parezca a este rayo de sol de febrero a 33 grados en la playa y en tu corazón. “Nadie puede y nadie debe vivir, vivir sin amor”, dice Fito Páez.

Hoy las parejas se dirán otra vez que se aman, renovarán promesas de sentimientos perpetuos y se entregarán sin descanso en San Valentín.  Nadie escapa a este día. Los que tienen pareja disfrutan, los que viven en soledad aplauden y brindan en su nombre. El Perú es una fiesta en el mar del amor. 

Melissa Klug sabe que el amor después del amor es más sublime. ¿Sí o no Chávarri? La Foquita Farfán también. El amor después del amor (y con totó) es mejor.  

Siempre es posible volver a empezar. Si de amor ya no se muere, nada te mata. Erick Elera lo tiene bien claro. Se rompió su matrimonio con Analía Rodríguez y ahora disfruta del amor con la ex Alma Bella, Pilar Gasca. Se le cerró una puerta pero se le abrió otra, tan o más interesante que la anterior.  

Hay quienes se preguntan si el amor no será tal vez el inicio de nuevas soledades. Es posible. El sentimiento es tan complicado. Lo saben los que están separados y quienes tienen pareja. El amor tiene sus vaivenes. Puedes estar en la cima del cielo o en el  infierno del desprecio. Se gana pero también se puede perder en sus pantanosos terrenos. Yo creo que el amor es una búsqueda constante.  Así estés con pareja, siempre tienes que encontrarle algo para alimentar ese sentimiento. Si no sabes cómo, tienes que tratar de hallarlo, más en ti que en la otra persona. Amar es un reto. No basta con sentirlo. Hay que demostrarlo no solo con el tacto y las palabras bonitas. Amar es también una invitación a renovarse, a reinventar la relación de pareja o en el mejor de los casos (o peor, según sea el caso) a rehacer tu vida. 

Este 14 de febrero debe ser un momento para el goce y la reflexión. Amar es arriesgarse a ser feliz o sentir dolor. Pero hay que arriesgarse. El amor tiene sus riesgos pero también sus recompensas. ¡Feliz Día de San Valentín!