Peruana Ingrid se quedará dos meses más en Estados Unidos para solucionar su deportación

Peruana se divirtió por aplazamiento de su deportación de Estados Unidos. Comió pastel, asado y dulces con 80 invitados. Dice que su lucha recién comienza. Teme no convencer a la Corte Federal y ser devuelta al Perú por el delito de violaciones migratorias.

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La madre peruana espera revertir su situación y quedarse en Estados Unidos junto a su familia
La madre peruana espera revertir su situación y quedarse en Estados Unidos junto a su familia

La peruana Ingrid Ivett Encalada Latorre celebró con un almuerzo para 80 personas y música de karaoke, la suspensión de su deportación de Estados Unidos. La alegría por la decisión del gobierno de  Donald Trump, que le permitirá permanecer dos meses más, duró hasta pasadas las 11 de la noche del sábado, hora en que recién sus invitados se retiraron a dormir. “Estuvieron unas 80 personas que me ayudaron durante los seis meses que estuve encerrada. Comimos asado, pasteles y leche asada”, dijo la peruana en una conversación telefónica con el Popular.

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NADA DE LICOR

En videos colgados en su red social, se observa a Ivett muy alegre y sonriente rodeada de sus amigos. Uno incluso le dedica el tema Cielito lindo. “Hubo mucha algarabía, pero nada de licor. No podemos tomar en la iglesia”, aclaró Ivett, quien pese a ser natural de Quillabamba, Cusco, vive 17 años en Estados Unidos con su esposo y dos hijos.

MÁS DIFÍCIL

Pero la madre de familia entristece y con voz débil señala que ahora le toca la parte más difícil, pues su lucha recién comienza. Se refiere a que debe preparar toda una estrategia legal la cual haga que el juzgado federal decida reabrir su caso. 

“Mi lucha no acabó. Los próximos pasos son trabajar más en lo político y en la comunidad”, afirma.

INSUFICIENTE

Manifiesta que los dos meses que le han dado no serán suficientes, pero estos le permitirán caminar por las calles sin temor a que la policía de inmigraciones la   intervenga y envíe de vuelta al Perú.“No puedo confiarme. No va a ser nada fácil. Rezo, pero con ello no convenceré a los jueces. Soy creyente pero no tanto” afirma.

NO SABÍA

Recuerda que en 2010 la acusaron de robar documentos para trabajar en Estados Unidos. “No sabía que los documentos eran robados; sin embargo, corrí el riesgo. Acá sin un número de seguro no puedes trabajar”. Dice que no es solo su caso. Hay miles de inmigrantes que padecen lo mismo.

VOLVIÓ A CASA

Ayer la peruana regresó a su vivienda de la cual, dijo, extrañaba su sofá y estar sola con su familia. Al comunicarse con el Popular, se hallaba en la tarea de desempacar sus cosas. “Volveré a mi rutina habitual. Quiero llevar a mi hijo al colegio, ir al parque”, precisó

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